Saturday, February 18, 2006

Como la Arena



Como la arena...

La veo un atardecer de enero
al pie de una fe que no consigo
-a este delirio me alienta
el viento y su veneno-

Me atrapó su aire púber
y de tranquilo misterio;
su sonrisa parecía acercarme
pero fue una estrella su mirar.

Invisible, incesante
¡ella! (canto y pulso)
reclama mi destino.

Desde la penumbra,
raudal de nubes australes,
mi corazón le habla:
"BESARÉ TUS OJOS Y TU BOCA"
¡Que así sea!, responde...
Con su aliento navegué hacia el ocaso.

Clara y esbelta,
como quien dicta un aplegaria
pronunció su nombre junto con el mío.

Era noche de luna
en nuestro abrazo infinito
y como la arena
el tiempo se iba.

Marx Espinoza

Abril




Adivino el arroyo de tu pulso,
alondra en reposo;
amapola pensativa,
sorbo el suco suave de tu boca.

Entre ciego y olvidado
tanteo el paso de los años
y no hallo rastro de tiempo
que no tenga mi voz y tu perfume.

Hoja viento y cielo
prisionero soy del riego de tus ojos;
por las ramas del retoño
voy buscando el día entre tus manos.

Quiero darte un manantial
donde apoyes tus ojos para ver los míos.
Te regalo
el sol que por tu sombra desvaría,
el mar que por tu nombre suspira.

Te entrego, enamorado,
mi pañuelo de ti bordado
de río y de ternura.

Marx Espinoza

He vuelto a ti



He vuelto a ti
como la lluvia al edén prohibido
con la sensatez de una flecha
lanzada por la mano
de un ciego,
por un camino que yacía dormido
oscilando entre el recuerdo y el olvido.

He vuelto a ti como casi siempre
que pierdo la cabeza (ebrio de amor y viento)
para que la humedad y los besos
terminen por encender el nuevo día
y ya nada pueda ser nada
y todo de por sí constituya un tesoro pequeño
y ya todo sea una lágrima surcando
el silencio de la noche.

He vuelto a ti
con las alas latiendo
para detener la ausencia y dejarla morir.

Marx Espinoza

Mujer




Mujer

Libertad venida de ti
amor nacido de ti
eternidad creada por ti.

Liberas
amor
lo eterno en mí.

Entre la sangre y el beso
la soledad discurre;
presa del silencio
la tarde se vence.

Vacío inquebrantable,
corona de espuma
en la lóbrega noche
se desprenden los murmullos.

La espera
prolongada, postergada, relegada
efímera quiza,
encanece a la orilla del tiempo
distante
dolorosa
remota
infinita y lejana.

Marx Espinoza
ecoestadistica.com